Los olímpicos españoles más laureados se quedan sin Premio Príncipe de Asturias de los Deportes

El golfista español José María Olazábal ha sido galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes 2013, según hizo público el mércoles en Oviedo el jurado encargado de su concesión.

José María Olazábal, Premio Príncipe de Asturias de los Deportes 2013 (Foto Web oficial de los premios)

Entre los finalistas con posibilidades estaban los medallistas olímpicos David Cal y Javier Gómez Noya, así como la paralímpica Teresa Perales. Sin embargo, ni las 5 medallas ni las 3 participaciones olímpicas del palista Cal, ni los títulos del triatleta Noya (2 veces campeón del mundo, 3 veces de Europa y plata en Londres 2012) ni las 22 medallas paralímpicas, 6 de ellas en Londres 2012 de Perales valieron más.

La candidatura de Olazábal fue propuesta por Gonzaga Escauriaza Barreiro, presidente de la Real Federación Española de Golf y apoyada, entre otros, por los presidentes de las federaciones de golf de Hungría, Italia, Inglaterra, Francia, Países Bajos, Noruega, Estados Unidos, Portugal, Luxemburgo, Suiza, Chequia, Dinamarca, Escocia, Ucrania y Austria, la Federación Internacional de Golf y más de 2.000 firmas.

José María Olazábal nació en Hondarribia (Guipúzcoa) en 1966. Empezó a jugar al golf a los cuatro años en el Real Club de Golf de San Sebastián, donde trabajaba su padre. Antes de convertirse en jugador profesional en 1985, ganó como aficionado varios torneos como el Mundial de Jóvenes Jugadores (Atlanta, 1982), la Medalla de Oro en los Juegos Mediterráneos (Casablanca, 1983) y el British Open Amateur (1985). Consiguió sus dos primeros títulos del circuito europeo en 1986, el Ebel European Masters, el Swiss Open y el Sanyo Open. Ese año fue elegido mejor neoprofesional del circuito continental y fue segundo en la clasificación general. Debutó en la Ryder Cup en 1987 y desempeñó un papel crucial junto a Severiano Ballesteros (Premio Príncipe de Asturias de los Deportes 1989), en la primera victoria de Europa en suelo americano en la historia de esta competición. En 1990 ganó su primer torneo en los Estados Unidos al vencer el World Series, celebrado en Akron (Ohio). Al final de la temporada de 1994, le diagnosticaron poliartritis reumatoide y abandonó la competición durante dos años.

Ganador del Masters de Augusta en dos ocasiones (1994 y 1999), ha sido siete veces integrante del equipo europeo de la Ryder Cup, en la que consiguió cuatro victorias. Después de su última participación en la Ryder Cup (2006), fue elegido, en 2012, capitán del equipo europeo, el segundo español en asumir esta responsabilidad tras Severiano Ballesteros, que fue capitán en 1997. Además, el Comité de Jugadores del Circuito Europeo le designó como único candidato, fruto de la admiración y respeto que la figura de Olazábal despierta en el colectivo de profesionales. Su elección también despertó elogios entre los integrantes del equipo estadounidense. Durante la disputa de la Ryder, única competición deportiva en la que Europa participa como equipo, Olazábal hizo gala de su liderazgo y consiguió el triunfo ante Estados Unidos en su propio campo. Contra todo pronóstico, Europa remontó cuatro puntos de desventaja, alzándose con la victoria, in extremis, en uno de los momentos considerados épicos en el ámbito del golf y que ha pasado a la historia de este deporte con el sobrenombre de “el milagro de Medinah” –nombre del campo donde se disputó la Ryder–. Al final el resultado fue de 14,5 puntos para Europa y 13,5 para Estados Unidos.

Golfista de reconocimiento mundial, destaca por su talante competitivo y su capacidad de superación. Hijo Predilecto de Hondarribia, ha recibido la Medalla de Oro al Mérito Deportivo (1997). En 2009 fue elegido miembro del prestigioso World Golf Hall of Fame, que aglutina a un elenco de jugadores considerados los mejores en la historia de este deporte, siendo el único español, junto con Severiano Ballesteros, que ostenta este honor.

Cada uno de los Premios Príncipe de Asturias, concedidos por primera vez en 1981, está dotado con una escultura de Joan Miró –símbolo representativo del galardón−, la cantidad en metálico de 50.000 euros, un diploma y una insignia. Los galardones serán entregados en otoño en Oviedo, en un solemne acto presidido por S.A.R. el Príncipe de Asturias.